Todas tus tipos preferidas reunidas aquí, sin importar la fundidora.

¡Gracias!

Ahora ya tienes tu propio perfil. ¡Disfrútalo!


TH®

BM

¿Puede el diseño industrial permear decisiones en el proceso tipográfico? La entrevista con Romina Hernández.
Entrevista con Romina Hernandez
Comparte este artículo FB, TW or Copy link
agosto 15, 2023

«Prueba tus ideas, todas tus ideas, lo más rápido y accidentado posible. Incluso aquellas que parecen poco intuitivas o que suenan tontas y destinadas al fracaso…»

¡Hola Ro, cómo estás?
¡Estoy bien, gracias!
Además de trabajar en diseño de tipografías, ¿estás trabajando actualmente como diseñadora gráfica?
Sí. No hice mucho durante un tiempo, y lo que hice fueron principalmente materiales para mis propios proyectos, pero recientemente he estado trabajando nuevamente en proyectos de identidad para clientes y ha sido muy refrescante crear este tipo de contenido para otras personas. Especialmente estoy disfrutando ayudar en proyectos de amigos y grupos activistas.

Ha sido una forma interesante de hacer un poco de diseño tipográfico y poner algo de personalidad en un simple logotipo y tal vez una o dos líneas de descripción, sin tener que desarrollar una tipografía completa con toda su consistencia interna y espaciado, etc.
¿Puedes contarnos sobre tus acercamientos iniciales a la tipografía?
¡Claro! Creo que he estado dibujando letras desde prácticamente siempre. Hace poco buscaba un libro en el garaje de mis padres y encontré una vieja pizarra que solía utilizar cuando era niña, tal vez cuando tenía unos ¿8? años, y tenía un primer dibujo de la palabra "TAREAS" con orejas y colas de gato en algunas de las letras, jaja.

Me adentré en el diseño de tipos de una manera mas 'profesional' alrededor de la mitad de la universidad, cuando vi una exposición de ejemplares de la clase de tipografía del departamento de diseño gráfico y quedé inmediatamente intrigada. Así que el siguiente semestre convencí a mi coordinador de clase para que me dejara asistir a la clase de tipografía, aunque no estuviera en mi plan de estudios.

En mi primera clase, tuve a Armando Pineda (@typoster21), un profesor fantástico que me guió en mi primera experiencia diseñando una tipografía completa, en FontLab 5, y vi por primera vez cómo la forma y el espaciado están relacionados y cómo cada glifo debe funcionar junto con los demás.

Eso me encaminó a tomar todas las materias opcionales relacionadas que pude en la universidad (que no eran muchas) y a buscar talleres, libros, videos y otros recursos, que en ese entonces eran mucho menos accesibles que ahora.
¿Qué tan desafiante fue hacer el cambio al diseño tipográfico después de estudiar diseño industrial?
Diría que fue más divertido que desafiante.

Como dije antes, descubrí el diseño tipográfico a mitad de mi carrera universitaria, por lo que en el mejor de los casos solo tenía la mitad de experiencia como diseñadora de productos. Eso me puso en un lugar interesante donde podía aplicar las habilidades de diseño que estaba aprendiendo en las clases de diseño industrial, en el ámbito de la tipografía y la caligrafía, donde no me calificaban, por lo que se sentía más divertido y liberador que mis clases "de verdad".

Y aunque no tuve instrucción formal en algunos aspectos específicos del diseño gráfico, el diseño industrial me proporcionó una gran base en diseño general y experiencia práctica con materiales y procesos físicos, lo que creo que me ha ayudado a entender y abordar el diseño tipográfico desde un enfoque más físico de lo que quizás lo habría hecho de otra manera.

Estaba haciendo todo este trabajo tipográfico de forma "paralela" a mis deberes de la otra carrera, que bien sabrán mis amigos nerds de las tipos que realmente significa dejar todo de lado para enfocarse en las fuentes. Entonces, obviamente, todo de lo que hablaba era sobre tipografía y kerning, y mis compañeros de clase empezaron a llamarme "diseñadora gráfica frustrada".
Pero la verdad es que no estaba frustrada. Me perdí de los "principios del diseño gráfico", pero también me perdí de estar expuesta a algunos de los vicios y dogmas, así que en realidad creo que obtuve lo mejor de ambas especializaciones.
¿Cuál fue la lección más importante que aprendiste del programa de la maestría en Type and Media en la Royal Academy of Art, The Hague?
La versión corta: D-i-b-u-j-a. Mucho. Me refiero... MUCHO, mucho.

La versión más larga: Prueba, todas tus ideas, lo más rápido y accidentado posible. Incluso aquellas que parecen poco intuitivas o que suenan tontas y destinadas al fracaso. Toma un plumón, un poco de papel, y plasma tus pensamientos.

Porque cuando materializas una idea, se convierte en una Cosa Real® en el mundo físico, tangible y ajustable, perfectible. También puedes guardarla para después y quizás mostrársela a otras personas.

Si una idea solo se queda en tu cabeza, tiende a rondar por ahí y rebotar, recogiendo musgo de pensamientos, lo cual no es muy útil, al menos para el diseño tipográfico y otros propósitos artísticos-comunicativos.

A mí me gusta dibujar con tinta sobre papel porque es económico, tiene pocos riesgos, y si quieres ver cómo se ve pequeño, puedes colgarlo en la pared y alejarte de la habitación. Si quieres ver los detalles, acércalo. Si dibujaste un tanto grueso, puedes corregirlo con pintura blanca. Si corregiste demasiado, añade un poco de tinta nuevamente. Y si hiciste un desastre con demasiada tinta y pintura, toma un papel en blanco y vuelve a dibujar la cosa con lo que aprendiste durante el caos.

Si repites este proceso de dibujo una y otra vez durante un tiempo, te garantizo que te volverás bastante buena en ello. También puedes hacerlo en un iPad, en Photoshop o algo parecido, solo no te pierdas con las características llamativas y sigue dibujando.

Por supuesto, hay mucho más en Type and Media. Es muy valioso tener a muchos instructores experimentados guiándote en tus proyectos y desafíos específicos durante un año; pero sinceramente, el punto central de todo esto es dibujar tanto como puedas, observar cómo salió y perfeccionar lentamente el ciclo. Lo cual, por cierto, es algo que prácticamente cualquiera puede practicar en casa de manera (casi) gratuita.
¿Había algo específico que estuvieras buscando en programas de estudio internacionales que supieras que no podías encontrar en México?
En cuanto mi mente autista se enteró que había un lugar en La Haya donde podías concentrarte intensamente durante un año en aprender a dibujar tipografías, programación Python y tallado en piedra, apareció un enorme objetivo en mi cabeza: ¡DEBO IR!

Cuando apliqué, estaba terminando un programa de posgrado en México en diseño tipográfico: la Especialidad en Innovación Tipográfica en Centro —que fue genial pero lamentablemente ya no existe— y aunque disfruté mucho mi tiempo allí y aprendí mucho, sospechaba que había un nivel nerd más profundo que quería explorar.

Type and Media ha existido durante un tiempo en su forma actual; pero también proviene de muchas encarnaciones anteriores en la KABK y está arraigado en una floreciente escena de diseño gráfico, tipografía, publicación, desarrollo tecnológico en La Haya y en toda Holanda. Tienen todo un enfoque en la tipografía que la Ciudad de México, y México en su conjunto, no tenían, y aún no tienen, al menos de esa manera.

Desde que volví, y quizás porque pude ver un poco más de cerca la cultura que envidiaba, he empezado a ver el diseño y el panorama visual en México por lo que es, y en lugar de juzgarlo por lo que le falta y cómo no se compara con los estándares coloniales, he aprendido a apreciar mejor sus riquezas y oportunidades únicas. Resulta que hay un mundo completamente nuevo de comunicación gráfica, y un uso impactante de la tipografía y el lenguaje esperando en las calles para que los fanáticos como nosotros abandonemos nociones, como que es anticonstitucional estirar la tipografía o que es un pecado mezclar varias fuentes y usar efectos 3D automatizados.
¿Crees que esta experiencia te ha abierto puertas para un mayor desarrollo en el diseño tipográfico?
Por completo. TypeMedia fue una experiencia transformadora para mí en muchos niveles. El más obvio es un poco lo que mencioné anteriormente con el dibujo, practiqué mucho en la creación de tipografías y mejoré mucho más de lo que habría logrado por mí misma.

Pero también fue invaluable debido a mis compañeros de clase: once fanáticos de la tipografía con una obsesión tan grande como la mía, pero con experiencias de vida, personalidades y culturas visuales muy diferentes.
Aprendí mucho al observar a mis amigos dibujar y resolver problemas de maneras totalmente opuestas a las mías, a veces me llevó a adoptar nuevas formas de hacer las cosas y otras veces me hizo reconsiderar y fortalecer mis procesos.

Además, y en relación con la pregunta anterior, la red de ex alumnos es muy solidaria y hay un compañerismo compartido que me hace sentir que tengo amigos en todo el mundo con los que compartí aula, aunque hayan pasado años entre nosotros.
Sabemos que participas activamente en eventos relacionados a la tipografía. ¿Podrías decirnos en detalle cuál es tu rol y qué te motiva?
Es algo que me atrae. Tuve la suerte de haber sido invitada a dar charlas y talleres en algunos lugares geniales, y realmente me gusta hacerlo, aunque me tome mucho tiempo preparar mis charlas. Siento un gusto especial cuando hay estudiantes y personas nuevas que sienten curiosidad por la tipografía y quieren ingresar a la industria.

Hay una motivación por devolverle algo a la comunidad, especialmente a la local, en México, y compartir lo que he aprendido en los lugares maravillosos en los que he tenido el privilegio de estar. Pero siendo realmente honesta, los eventos de tipografía son uno de los pocos espacios donde puedo compartir mi especial interés en la tipografía y eso me permite conectarme con las personas en un nivel más profundo de lo habitual.

Una y otra vez en eventos como Letrástica en Guadalajara, me he dado cuenta que la mayoría de las personas en la comunidad mexicana y latinoamericana son muy cálidas, amables y empáticas, y eso ha sido un gran motivador para mí para asistir a tantos de estos eventos como pueda y crear nuevos espacios que fomenten el aprendizaje y comunidades abiertas, como la conferencia Typefobia que ayudé a organizar el año pasado en Puebla.

Todo es una conspiración personal para asegurarme de que mis colegas y compañeros sean amables y amigables. Como trabajo de manera remota con un equipo pequeño, eso significa que en realidad tengo muchas personas geniales con las que puedo hablar y hacer preguntas, en lugar de solo mi gato.
Actualmente, dos de tus tipografías, Pigeonette y Puffling, están disponibles en Future Fonts. La primera incluso con una nueva actualización, ¿puedes compartir con nosotros qué hay de nuevo al respecto?
Nosotros —digo nosotros porque esto no podría haber sucedido sin mi maravilloso equipo en tortilla Studio— acabamos de lanzar la actualización v0.3 para Puffling, que agrega un eje de peso a la tipografía variable y reestructura por completo el espacio de diseño. Se ha convertido en una tipografía versátil y estamos muy emocionados de verla en uso.

Pigeonette necesita una actualización desde hace mucho tiempo, pero ha sido difícil avanzar pues comenzó como mi proyecto de maestría y también la dibujé cuando me comenzaba a identificar como persona trans, por lo que hay mucha historia y sentimientos envueltos en esas curvas. Tenemos una actualización en proceso, con suerte estará lista más adelante este año y dará un poco de amor a la versión bold e italic.
Nos gustaría conocer las ideas detrás de Pigeonette y Puffling, y cómo se traducen en una forma visual.
Ambas tienen un origen muy similar. Todo comenzó con Pigeonette, que fue mi proyecto final en La Haya.

Quería explorar el lenguaje gráfico del tallado en madera y linóleo, particularmente el trabajo del Taller de Gráfica Popular, un grupo político-artístico de México en la primera mitad del siglo XX. Tienen impresiones muy hermosas y llamativas con letras expresivas que pueden describirse tradicionalmente como "rústico".
Encontré estas formas muy atractivas y así surgieron las primeras exploraciones de Pigeonette, que en ese entonces se llamaba "Pigeon", al intentar llevarlas a una forma digital. Luego, la familia evolucionó y se centró en ser utilizada en manuscritos y escritos en progreso, por lo que se alejó un poco de las grabados en madera y adoptó una estética de máquina de escribir monoespaciada con un acabado más discreto pero aún texturizado.

Pero toda la rudeza que Pigeonette perdió quedó en mi mente y unos años después se materializó como Puffling, que es una exploración más profunda de la construcción de formas de letras desde afuera hacia adentro, esculpiendo el espacio interior como en un grabado. También es la primera tipografía que considero verdaderamente mía, donde pensé deliberadamente y establecí todas las reglas del espacio de diseño.

Las formas están dibujadas de manera simple y de baja resolución, con contornos "torcidos" a propósito, a veces tienen abolladuras y pequeñas imperfecciones; las esquinas interiores son redondeadas y las exteriores son afiladas, como serían si los glifos fueran tallados en una placa de material real.

Puffling pasó unos años en su etapa inicial, solo con un pequeño eje de peso, pero a principios de este año lo volví a visitar y encontré su verdadero potencial, como una tipografía que va a todos los extremos, desde muy ajustada hasta extra suelta y desde muy delgada hasta extra gruesa, transformándose en el proceso sin compromisos.

Esos conceptos se desarrollaron de manera muy orgánica a través del proceso de dibujo y perfección, y cuando llegó el momento de crear materiales de marketing, quedó muy claro para mí y para todo el equipo que Puffling es una tipografía queer, no binaria y fluida en cuanto al género. No es sorpresa, considerando quién la dibujó. Lo que significa canónicamente que Pigeonette es una tipografía trans.
En tu proceso de diseño tipográfico, ¿cuánto te identificas con el principio "la forma sigue a la función"?
No mucho. Creo que es una frase muy pegajosa y poética, y probablemente por eso es tan popular en los memes de teoría del diseño, pero también es extremadamente vaga y abierta a interpretación. Podrías, y la gente lo hace, justificar prácticamente cualquier cosa cuestionando esa dicotomía.

Para mí, dibujar tipografía es un proceso artístico, entre otras cosas, y por lo tanto la forma es una parte integral de ello. Cada vez que he intentado aislar y centrarme en algún otro factor presumiblemente separado, termino desarticulando las cosas, creando más problemas que soluciones y frustrándome.

No me refiero a la interpretación de "¿se ve bonito?" de la forma, sino a la profundidad de cómo y de qué está hecho y cómo toma forma en el mundo real y su contexto.

Un ejemplo: No estoy segura si Pigeonette es una sans serif. Recuerdo una vez que me senté a trabajar en ella y me planteé una pregunta, que para argumentar digamos: "¿Es Puffling una sans serif y es esa una forma tipográfica adecuada para una fuente destinada a escribir manuscritos?"

Bueno, en su mayoría parece serlo, porque las líneas terminan mayormente sin una serif tradicional. Pero luego está la "i". Pero también es una mono, entonces ¿se le perdona eso, verdad?, ¿entonces sigue siendo una sans? No, pero ¿y la cursiva?, esa tiene terminaciones de repente. Pero las cursivas no cuentan ¿verdad? y por lo tanto, tal vez podría agregar algunas serifs y la gente la asociaría más con texto y lo que una fuente de texto es ó debería ser.

Y ahí está, la conclusión clara: Acabo de perder una hora y media en una procrastinación analítica formal cuando podría haber estado usando mis manos para poner la fuente en papel, usando mis ojos para ver esas pruebas y pidiéndole a mi cerebro que haga su trabajo y decida si la sensación al leerla está cerca de donde debería estar.

Así que para mí, es el resultado de estos procesos de creación, percepción y pensamiento simultáneos, a veces conocidos como bocetos, a través de la tarea en cuestión lo que conforma o forma, podríamos decir, el conjunto de un diseño.
¿Qué diseñadores tipográficos latinoamericanos deberíamos seguir de cerca?
Sebas y Jason de Bastarda Type en Colombia están haciendo cosas geniales.

Mónica Munguía (@momutype) que está a punto de lanzar algunas fuentes si mi chisme es correcto.

Además, me encanta el trabajo audaz que Adriana Garcidueñas (@adriana.garciduenas) está haciendo en Morelia, México, actualmente está estudiando en TypeWest.

Y Sandra Morales (@typeofshe) que acaba de graduarse de la maestría en Buenos Aires. Y también Mauro (@microplásticos). Vi partes de sus proyectos finales y se ven muy interesantes.
¿Qué podemos esperar ver primero; nuevas actualizaciones de tus tipografías existentes o un lanzamiento completamente nuevo?
Hmm, como lo preguntaste, voy a aventurarme y decir que hay un nuevo lanzamiento que está casi en la línea de meta y estará listo pronto.

Es difícil porque siempre hay trabajo de clientes que parece tener prioridad sobre nuestras propias tipografías en el estudio, y aún así sentimos la responsabilidad de actualizar los proyectos que ya están en marcha, pero queremos empezar a publicar más tipografías, no solo mis diseños sino también del equipo de tortilla Studio.

Aunque esta próxima es mi creación, es una idea que ha estado pacientemente esperando en el cajón desde 2018 y merece su momento de protagonismo pronto. Así que sí, estén atentos en Future Fonts.
Entendemos que el diseño tipográfico es un esfuerzo complejo con procesos no lineales. En tu caso, ¿qué aspecto de esta profesión te satisface más?
Creo que me encanta hacer tipografía digital precisamente por el hecho de que es no lineal y abarca tantas áreas, desde el dibujo hasta la investigación del uso del lenguaje y la solución de problemas informáticos. Mantiene mi cerebro estimulado al saltar entre las diversas tareas y me ayuda a enfocarme a largo plazo en terminar proyectos, lo cual es algo muy difícil para mí, ya que mi cerebro con TDAH casi siempre preferiría comer helado y patinar.

Un aspecto de mi práctica de diseño del que no hablo mucho es mi interés en la programación y la creación de herramientas y cómo eso ha evolucionado mis propios diseños mientras trabajo en tipografías para clientes. Resolver los aspectos técnicos de diseños que no son míos me obliga a investigar áreas desconocidas y a veces oscuras de la ingeniería, y me ha hecho sentir más cómoda con cómo se crean las fuentes, lo que a su vez hace que el proceso de mis propias tipografías sea mucho más libre. Puedo experimentar con cosas que aprendí previamente y no tengo que golpear mi cabeza contra la mesa por mis propias fuentes.

Hay algo mágico en resolver un problema de programación complejo que es un motivador único, incluso cuando tengo que lidiar con días de errores frustrantes y sentirme perdida, cuando finalmente la cosa funciona y un montón de archivos de texto que escribí se convierten en una máquina automática que hace mi trabajo por mí, todo vale la pena.

Más de Romina